La verdadera sostenibilidad es, en esencia, entrar en un ciclo positivo que permita que el entorno natural prospere, y por lo tanto, proporcione la base para que la cultura, la economía y la tierra florezcan en armonía. A medida que la industria del aguacate progresa, retribuye al ecosistema natural y por lo tanto, el ciclo se perpetúa.
Es por ello, que la APEAM lleva a cabo diversas acciones, incluídas en su agenda verde, y que, a su vez, forman parte de los compromisos de su adhesión a la Red Mexicana del Pacto Mundial de Naciones Unidas. Fomentar un ecosistema natural de las tierras de cultivo de aguacate es inseparable de garantizar la resistencia de los propios huertos. La agricultura sostenible consiste en preservar los bosques de la región, que a su vez aseguran mejor calidad de suelo, aire, menor erosión y agua más limpia para todos los habitantes de Michoacán.
Es así, que en 2011, la APEAM lanzó una iniciativa de reforestación, la cual busca fortalecer la biodiversidad natural de Michoacán. Desde entonces, se han replantado más de mil 500 hectáreas con varias especies nativas del área. Estos árboles se cultivan en viveros antes de encontrar hogares en la naturaleza, donde se plantan según la elevación para obtener una impresionante tasa de supervivencia del 85%.
Otro punto primordial es la preservación del agua, una prioridad para APEAM, al ser literalmente, la fuente de vida, el agua es una parte vital e insustituible de la agricultura. Con fuertes lluvias durante una temporada de lluvias de seis meses, la franja de aguacate en Michoacán es uno de los reservorios generadores de agua más extensos en México. Las abundantes precipitaciones naturales en Michoacán alimentan los dos ríos principales del estado y gran parte de ellas impregna el suelo. Bajo la sombra de los aguacates y los bosques circundantes, esta humedad se retiene y la evaporación es mínima, evitando la erosión.
Aproximadamente el 61% de los huertos de aguacate en Michoacán dependen del riego natural y estacional. Otro 36% utiliza riego sostenible de alta tecnología, como riego por goteo y microaspersión. En conjunto, el 97% de los huertos de aguacate en la región dependen principalmente de prácticas de riego sostenibles, dejando solo el 3% de los huertos que utilizan riego por rodadura, un contraste significativo con el promedio del 70% en otras áreas agrícolas de México.
Aunado al cuidado del agua, otra premisa para la APEAM, es la seguridad económica de sus comunidades fundamentales en Michoacán. Investigaciones de la Agenda Verde han indicado que las áreas productoras de aguacate tienen carreteras e infraestructura mejoradas, y tienen indicadores de menor pobreza, marginación, y mejores condiciones para el desarrollo social que otras áreas de Michoacán.
Las oportunidades económicas y el impacto cultural de la industria del aguacate han provocado una reducción drástica en la migración indocumentada de Michoacán y han brindado a miles de familias la oportunidad de ganarse la vida en su país de origen. A su vez, estas familias y trabajadores, siguiendo las prácticas agrícolas sostenibles y responsables, supervisadas por APEAM y sus socios colaboradores (SADER y USDA), juegan un papel importante como administradores de la tierra.