Entre los retos globales que enfrenta la humanidad, está la reducción de los gases de efecto invernadero para la mitigación del cambio climático. Uno de los procesos que los generan es la producción de alimentos, debido a la alta cantidad de recursos que ésta requiere.
Aunque la Organización Mundial del Aguacate, declara que producir este fruto genera menos CO2 a la atmósfera que la elaboración de otros alimentos como la carne, la leche o el queso, en la Asociación de Productores Empacadores y Exportadores de Aguacate de México (APEAM) somos conscientes de lo que eso significa, por lo que trabajamos en apego a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas. Por ejemplo, en materia medioambiental aportamos al cumplimiento del número seis de garantizar Agua Limpia y Saneamiento y también del 15, referente a la salvaguarda de la Vida de Ecosistemas Terrestres.
Una alternativa para aminorar las afectaciones antes mencionadas es la agricultura regenerativa que la entidad Rainforest Alliance define como la labranza sostenible que se enfoca en la reducción de daños al medio ambiente (1). Por su parte, la asociación latinoamericana Sin Carbono dice que es la siembra que está enfocada en preservar los recursos naturales, así como en generar la resiliencia de la tierra. En vez de actuar en contra de la naturaleza, trabaja junto con ella (2).
Existen varios tipos de agricultura regenerativa, de los cuales mencionaremos algunos:
Cultivos de cobertura vegetal : Mejoran la fertilidad del suelo, la retención de agua y fomentan la biodiversidad. Combinados con la labranza mínima pueden disminuir las emisiones de gases efecto invernadero en la producción de aguacate en 42%.
Uso de residuos de poda como fuente de energía para sustituir los combustibles fósiles: Minimizaría en 25% las emisiones contaminantes.
Aplicación de fertilizantes de liberación controlada: Reduce las emisiones de óxido nitroso en la actividad agrícola y aumenta la productividad de los cultivos.
Preservación de bosques nativos: Al aumentar la capacidad natural de captura de carbono, podría lograr una reducción de alrededor de 50% de emisiones de efecto invernadero.
Dar prioridad a los policultivos sobre los monocultivos: Asociar la siembra de aguacate a la de otro alimento con el que se pueda combinar, reduce los niveles de desgaste del suelo y aumenta los niveles de ingresos para el agricultor. Por ejemplo, los ingresos a largo plazo de una hectárea bajo estas prácticas pueden duplicar a los ingresos de una hectárea con respecto a métodos convencionales debido a un menor requerimiento de insumos, una menor pérdida de suelos y mayores rendimientos como resultado de su resiliencia ante el calentamiento global.
Integrar árboles y arbustos compatibles con el aguacate en la plantación (agroforestería): Podría incrementar la biodiversidad, crear hábitats para polinizadores y contribuir a la salud general del ecosistema.
Manejo integral de plagas: Reduce los residuos de plaguicidas, mejora los servicios ecosistémicos.
Captura natural de agua: A partir de la construcción de zanjas y la aplicación de técnicas de captación de lluvia, mejora la disponibilidad del líquido vital en la plantación.
Los métodos mencionados, en general ayudarían a enriquecer los suelos con carbono y agua para albergar plantas que tengan mayor resistencia al cambio climático, ya que no requerirían de fertilizantes artificiales, lo que ayudaría a eliminar más CO2 de la atmósfera. De manera adicional, los productores podrían incrementar su rendimiento en cosechas en un 25% en términos del retorno de inversión, según el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (3).
De hecho, ya existe una certificación para los alimentos cultivados bajo estos procedimientos sostenibles, se llama, en inglés,Regenerative Organic Certifiedy se otorga a los cultivos generados de manera orgánica y regenerativa, abarca fibras e ingredientes y que representa el estándar más alto a nivel mundial en su tipo, ya que establece estrictos requisitos en materia de salud del suelo, bienestar animal y justicia social (4).
De acuerdo con la asociación Sin Carbono, la agricultura regenerativa en el cultivo de aguacate es una opción viable para disponer de alimentos saludables sin perjudicar los ecosistemas y para aplicarla se necesita calcular la huella de carbono de todo el ciclo de vida de este nutritivo alimento, así como generar un plan para aplicarla acorde con cada etapa de su producción.
Especialistas del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (5), consideran esencial difundir este tipo de agricultura en nuestro país y formular políticas públicas de la mano de incentivos económicos para los productores interesados, ya que tienen el potencial de restaurar la salud ambiental. Esta instancia está dispuesta a entrenar a los productores en prácticas agropecuarias más sostenibles, como un aporte a la renovación del campo de México y en la APEAM estamos atentos para que nuestros miembros aprovechen esta oportunidad.
Fuentes:
- ¿Qué es la agricultura regenerativa? Artículo de la Rainforest Alliance. 13 de julio de 2022.https://www.rainforest-alliance.org/es/perspectivas/que-es-la-agricultura-regenerativa/
- ¿Cómo reducir la huella de carbono del aguacate? Artículo de Vilma Estefanía Tapias Benítez. Asociación Sin Carbono. 1 de junio de 2023.https://sincarbono.io/huella-de-carbono-del-aguacate/
- Ibidem.
- Regenerative Organic Alliance. Organismo mundial especializado en agricultura orgánica y regenerativa. Página web del organismo, sección ¿Qué es Regenerative Organic Certified®? 2024https://regenorganic.org/
- Agua, suelo y agricultura regenerativa. Artículo de Agustín Breña Naranjo. Perspectivas IMTA Núm. 29, 2021. Recuperado de:https://www.gob.mx/imta/es/articulos/agua-suelo-y-agricultura-regenerativa?idiom=es